CONDUCTAS HEREDADAS
CONDUCTAS HEREDADAS
Mi madre es una mujer sumamente educada, amable y prudente, esto lo aprendió de su madre quien era un gran ejemplo de mujer propia y mesurada en su proceder, no por nada tuvo ¡18 embarazos!
Mis hermanos y yo fuimos “educados” bajo una gran escala de valores, nuestros padres nos enseñaron a portarnos bien y ser muy educados; creo que la mayor parte del tiempo así actuamos. Pero, por más insólito que parezca, por lo menos yo muy seguido “saco el cobre” ¡en corto, en mi hogar con los que más amo y me importan en esta vida!
Y cómo muchos aprendimos, el lugar donde se escuchan los gritos y sombrerazos es en nuestra propia casa…lo terrible es que ya ni cuenta nos damos o nos parece “normal” hablarnos o tratarnos a punta de insultos, groserías, desprecios y reclamos.
Y eso queridos todos son conductas heredadas… y por muy bello que se mantenga el “estuche y el forro de la persona” con estos comportamientos la autoestima de la persona se va al suelo en un dos por tres.
Y ahora imaginen, ¿qué ocurre con un niño quien su corazón lo tiene a flor de piel, así como todas sus esperanzas, fe y alegrías están puestas en nuestras manos? Estas son las semillas que sembramos para los adultos del mañana…
Es tiempo de hacer un alto en seco y reflexionar profundamente, ¿qué aprendí de pequeñ@ que hoy no me es útil? ¿de verdad quiero vivir con nuevas premisas? ¿en realidad estoy dispuesto hacer un parte aguas para mí los míos, mi comunidad y mi país?
Te abrazo amorosamente ...
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