Amor a mi mismo
De pequeña pensaba: un día conoceré a un hombre con el que forme una familia y vivamos felices por siempre…tal y como en las películas de princesas.
El tiempo pasó, conocí a un hombre divino, me casé, tuvimos dos hijos y pasados los años, algo ocurrió. Vino a mí un desencanto, la rutina se apoderó de mí y dejé de sentir la magia de estar viva.
Un día regresando cansada del trabajo, entré a casa y una sensación de vacío y soledad me inundaron, a mi cabeza vino la pregunta:¿Por qué siento que todo me sale mal?
A lo que me llegó la siguiente respuesta:
Amada hija,
Nadie puede dar lo que no tiene.
¿Sabes?, la percepción que tienes de ti misma, es la que los demás tendrán de ti.
Sin embargo, un día soñé en un hermoso jardín lleno de flores de distintas variedades y colores y todas eran realmente hermosas, cada una de ella simplemente ocupaba el lugar que le corresponde. Al despertar entendí que tú y yo somos parecidas a las flores, bellas, sutiles por naturaleza y que nuestra presencia en el mundo es para darle color a la vida a través de nuestra risa, una mirada tierna y dado que nuestros corazones son muy grandes tenemos la posibilidad de entender que nada es personal, que cada experiencia tiene un propósito y un aprendizaje y que, si lo que ocurre nos duele o nos hace sufrir, entonces debemos observar el hecho y perdonar incondicionalmente Y cada experiencia abrazarla con amor. Ámate, reconócete, deja de exigirte y pelearte contigo misma y con el mundo; con el tiempo entenderás que tu familia son tus maestros y que a medida que tu estés mejor contigo misma tu mundo se transformará mágicamente.
Te abrazo amorosamente ...
Azulaira
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